Seminario de Antoine Quero, consejero del Director General de Presupuesto (Comisión Europea), en la Universidad Carlos III de Madrid el día 13 de Febrero de 2014
Lunes 3 de febrero de 2014, por Carlos San Juan
Dar estabilidad definitiva al sector bancario separando las actividades de captación de depósitos y de concesión de crédito.
Centralizar la gestión de los depósitos en una entidad pública, la Central de Depósitos, que garantice su integridad y haga innecesarios los rescates bancarios.
La Central presta los depósitos a los bancos para financiar la concesión de crédito, a cambio de un interés y exigiendo una gestión rigurosa.
La gestión de la liquidez de la Central de Depósitos permite invertir sin riesgo en deuda pública, asegurando la financiación del Estado, en caso de necesidad, sin estar a la merced de los mercados o de condiciones impuestas desde el exterior.
Con cerca de 1,3 billones de depósitos, la Central de Depósitos generaría unos ingresos públicos anuales del orden del 2,5% del PIB, además de facilitar la lucha contra el fraude fiscal.
La transición al nuevo modelo bancario es muy simple y no conlleva apenas cambios en la práctica para los clientes.
Los bancos en el nuevo modelo serían más competitivos, más eficientes y más responsables.
La Central de Depósitos estaría dirigida por un equipo técnico altamente cualificado, respondería a las máximas exigencias de transparencia, rendiría cuentas al Parlamento y dependería, en última instancia, de la ciudadanía.
Es una reforma reclamada por economistas de relieve desde hace tiempo. Es compatible con el funcionamiento actual de la zona euro y hace más sólida la unión bancaria.